Los que me seguís habitualmente sabéis que no me gustan demasiado las etiquetas genéricas (estilo masculino-estilo femenino) aplicadas a la decoración, pero después de ver el salón-comedor que la diseñadora Vanessa Bruno tiene en su casa del barrio de Marais, en París, no he podido resistirme a pensar en él como un espacio con un absoluto "toque femenino".



La vivienda está en el casco antiguo de Marais, en un edificio con más de tres siglos: altos techos, amplios ventanales (la entrada de luz es magnífica), y vigas de madera a la vista, lo que hace de ella una propiedad de arquitectura espectacular.

El toque femenino del que hablaba viene de la mano de los elementos decorativos utilizados en el salón, fundamentalmente de los textiles en suaves tonos pastel, y de la deliberada disposición de jarrones con flores en cada rincón.

Por otro lado, la utilización de piezas de mobiliario de estilo retro, las lámparas de papel, los marcos reposados (y no colgados), los cojines con flores, etc., imprimen, además, una estética bohemia a toda la estancia.




Regreso al principio: generalmente, no me gusta hacer este tipo de distinciones (decoración masculina-decoración femenina), pero en este caso no me queda más remedio que rendirme a las evidencias.

A mí me parece una estancia bellísima, de una delicadeza absoluta, en la que me sentiría muy a gusto. ¿Qué os parece?


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