Como muchos de vosotros ya sabréis, esta es la tercera entrega del proyecto "Quedamos en...". Para quien os acercáis por primera vez, os tengo que decir que se trata de un proyecto de periodicidad mensual, a través del cual un grupo de blogueros de España e Hispanoamérica vamos recorriendo las diferentes estancias de una casa.

La pretensión de esta acción conjunta es ofrecer una visión plural del mundo de la decoración y establecer un fructífero diálogo entre blogueros, y entre estos y sus lectores. Una red decorativa cuyo resultado final será una amalgama de opiniones, comentarios e imágenes sobre lo que nos gusta: la decoración de los espacios en los que habitamos.

Si en la primera entrega "quedábamos" en el recibidor, y en la segunda lo hacíamos en una estancia de la casa decorada para celebrar la Navidad, en la cita de este mes "Quedamos en el salón". 

El salón es el espacio de reunión por antonomasia en una vivienda. Es el lugar de socialización para la familia y también para compartir momentos con los amigos. Es por ello que debe ser un lugar acogedor, cálido, "amable", y, sobre todo, siempre que las circunstancias lo permitan, amplio, para que todo el mundo se sienta a gusto.

Mi elección es la siguiente:






Se trata del salón de un piso reformado del Casco Viejo de Bilbao. El autor del proyecto de interiorismo es uno de mis referentes en decoración: Mikel Larrinaga, al que ya he dedicado varios posts con anterioridad.

Son varias las razones que me han llevado a seleccionar esta propuesta (el lugar donde se encuentra, el interiorista, etc.) pero la principal es que hay un equilibrio perfecto entre los tres factores que considero imprescindibles en cualquier proyecto de decoración: arquitectura, mobiliario y obras de arte (u objetos decorativos):
  • El continente de esta vivienda es espectacular: vigas y pilares de madera recuperados y a la vista, paredes de ladrillo (también visto), amplios vanos (que dejan pasar una luminosidad envidiable), etc.

  • Un mobiliario, fundamentalmente vintage, sabiamente entonado (colores tostados) y coordinado, a pesar de la diversa procedencia de las piezas, y un sorprendente juego de texturas, primordial para dar calidad y calidez al ambiente: un sofá moderno en terciopelo junto a dos sillones "sesenteros" de piel; el espejo sol (uno de mis iconos deco) que rivaliza en luminosidad junto a las ventanas; el juego de luminarias, una lámpara industrial de pie, enfrentada a una lámpara de sobremesa, con pie de cerámica, muy "sixties"; la mesa de centro, de procedencia nórdica, etc.

  • Las obras de arte y objetos decorativos son un elemento importantísimo en esta vivienda y van desde grabados colgados en las paredes o reposados sobre el suelo (tendencia muy actual), a letras comerciales en vivos colores (que imprimen vivacidad a la paleta cromática dominante: los colores tierra), pasando por el armario que da paso al salón, inspirado en las obras de Piero Fornasetti.

Pero lo más importante de todo es que creo que representa de manera excepcional mi manera de entender la decoración y el interiorismo.

¿Qué opinas? ¿Qué te parece mi propuesta?

Te invito a que visites las páginas del resto de mis compañeros de "quedada". De esta manera podrás comparar sus propuestas, elegir tus preferidas y comentarlas.





Fuente: Nuevo Estilo
 

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