A nadie se le escapa que, desde hace ya unos cuantos años, las dimensiones de las viviendas han ido mermando y cada vez es más difícil destinar un espacio propio en la casa, una habitación, o incluso un rincón, donde "recluirnos" y aislarnos del mundo para dedicarnos a nuestras aficiones.

Sin embargo, y con un poco de pericia decorativa, siempre se puede encontrar la manera de aprovechar algún rinconcito de la vivienda para situar un escritorio, un estudio e incluso un pequeño taller. Es lo que viene a decirnos el libro que quiero compartir con vosotros.

Vía Lobsterandswan

En A space of my own (remedo del famoso "A room of One's Own", de la escritora Virginia Woolf) su autora, Caroline Clifton-Mogg, nos muestra numerosas ideas, soluciones y trucos para sacar partido a cualquier espacio, por pequeño que sea, y convertirlo en un "espacio propio". Os dejo con algunas fotografías del libro:








 






Espacios de todos los estilos, más amplios, más reducidos, para diferentes actividades, pero todos con muchísimo encanto. Son lugares en los que recluirnos, a la búsqueda de inspiración, para dedicarnos a lo que más nos gusta.
Imágenes: Remodelista, Maytime

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