Probablemente muchos de vosotros habréis visto ya este espacio que, durante la última semana, se ha publicado en varios blogs, pero no me he podido resistir a compartirlo con vosotros porque representa, casi punto por punto, lo que yo entiendo por un salón comedor bien decorado. Sería, con muy pocas variaciones, mi salón ideal.
Está en un antiguo piso madrileño con una magnífica estructura restaurada, en la que destacan los amplios ventanales y unos suelos de tarima maciza perfectamente conservados. En cuanto al mobiliario, destaca un eclecticismo muy cuidado, con piezas muy bien elegidas, procedentes de viajes y de visitas a mercadillos, que dialogan de manera cordial entre ellas. Cada mueble y cada elemento decorativo encuentra su lugar en el espacio, sin interrupciones.
Entre esos elementos, me gustan especialmente el soberbio sofá chéster, la colección de espejos de aire vintage en la pared del comedor, donde también sobresalen una preciosa y sencilla mesa rodeada de sillas de estilo industrial. A ello habría que sumar una encantadora alacena con puertas acristaladas. ¡Un mix de estilos magnífico!
Como habéis comprobado, además, la casa está vestida para estas fechas navideñas en las que nos encontramos, con una decoración sencilla, sin estridencias, pero muy efectiva.
¿Qué os parece? ¿A que es un salón-comedor ideal?
Más información y el resto de fotografías de la vivienda en la web de la revista Micasa
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