Probablemente la habéis visto con anterioridad porque ha sido una de las casas que más se han repetido en blogs y publicaciones deco en los últimos meses, pero no me he resistido a compartirla con todos vosotros porque ahora está a la venta.
Y no, no es lo que pensáis, no es que vaya a hacer una oferta para quedármela. Impensable para mi economía, mucho más modesta, aunque el precio no me parece desorbitado (un poco más de seis millones de coronas suecas, unos 600.000 euros arriba o abajo) para el casoplón que es (245 metros cuadrados, con 750 de terreno).
Me encanta la decoración de esta vivienda, tan ecléctica, tan vintage, con muebles llenos de encanto, con unos techos altísimos y una luminosidad envidiable. Pero tendré que conformarme con mirarla y remirarla en mi blog, creo que esa es la verdadera razón por la que hoy le dedico el post: retenerla y hacerla un poco mía.
¿No os gustaría haceros con una casa así? A mí sí, por supuesto. Me da mucha envidia sana (¿hay envidia de ese tipo?) la persona que se la quede. El único consuelo es que yo la tengo en mi blog.
Más información: Valvet
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