Está en una casa sueca, eso parece innegable, ¿verdad?, por varios detalles: el absoluto predominio del color blanco en suelos, paredes y mobiliario, la preciosa chimenea de cerámica, tipica de esas latitudes, etc.
Pero hay varios elementos, de estilo vintage, que rompen ese monocromatismo y que le imprimen un gran encanto a esta cocina: el magnífico suelo de balsodas hidráulicas, la lámpara retro de brazos dorados, las patas de madera de las sesenteras sillas "Eames", los tarros, botes y utensilios a la vista, de múltiples colores y, sobre todo, el precioso cartel publicitario que supone un punto focal innegable en todo el esquema decorativo.
Me encanta esta cocina. A pesar de su aparente sencillez y "limpieza" de elementos superfluos, presenta una gran calidez, lograda gracias a la suma de unos pocos elementos perfectamente engamados entre sí, del mismo estilo.
¿Qué os parece?
Más información: Seventeendoors
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