Por aquí estamos ya inmersos en plena época veraniega, aunque todavía faltan unos días para que entre oficialmente el verano. Las casas de llenan de color (y de calor) y a todos nos apetece disfrutar del buen tiempo. Las propuestas decorativas que vemos durante estos meses en las diferentes publicaciones apuestan por las paletas cromáticas propias de esta estación, por los colores vibrantes, que entonan perfectamente con la luminosidad veraniega.

Yo quiero mostraros hoy una propuesta diferente, en blanco y negro, un binomio que cada vez me gusta más y que aporta elegancia y sencillez a partes iguales. Este duo cromático es el que domina, junto a leves matices del color de la madera que aportan algunos muebles, en la casa australiana de la diseñadora gráfica Jane Cameron. 

Se trata de una pequeña casa de campo de finales del XIX, que recientemente ha sido incluida en la lista de propiedades protegidas en la ciudad de Adelaida. Jane y su esposo la han decorado con una mezcla perfecta de piezas clásicas, adquiridas en tiendas de segunda mano, y otras de diseño moderno. La combinación es perfecta porque el denominador común que las aglutina es el esquema Black & White.








 ¡Precioso! ¿no?

Imágenes: Design Sponge
 

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