¿Cuántas veces os ha sucedido que al ver imágenes de magníficas casas os habéis preguntado si en ellas vive gente o son un mero decorado que será "desmontado" en cuanto el fotógrafo acabe de hacer su trabajo? A mí me sucede continuamente. Por eso, me gustan las imágenes de viviendas en las que podemos ver a sus habitantes "habitándolas".
En esto los de Ikea son unos verdaderos maestros: en sus propuestas de decoración, bien sea en sus catálogos, en los anuncios de televisión, o en sus páginas web, siempre vemos a personas cocinando, sentadas en los sofás, en medio del "desorden" habitual en una casa habitada.
Es por esa razón que me encanta visitar la página "Ikea Family Live" y encontrarme con viviendas como la que os presento. Se trata de una acogedora casa de campo en Francia, que presenta una estructura tradicional: suelos de madera, enormes chimenéas, amplios ventanales, paredes de piedra, etc., y un planteamiento decorativo que mezcla las piezas clásicas, de tendencia rústica, con ciertos toques modernos.
Destaca, sobre todo, la importancia dada a los textiles: alfombras, cojines, ropa de cama, que transmiten una atmósfera muy cálida, de recogimiento.
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