Como todos sabéis, soy un declarado entusiasta de la mezcla, del eclecticismo, en decoración, ya que considero que la convivencia de estilos, de procedencias y de épocas es lo que da como resultado los interiores más originales y personales.

El problema surge cuando este mestizaje no está realizado con sentido común y entonces las piezas del puzzle no encajan, los elementos decorativos, el mobiliario, aparece descabalado y todo da la sensación de provisionalidad.

No es esto lo que sucede en este piso madrileño. La reforma integral llevada a cabo ha tenido en cuenta, en lo posible, la magnífica arquitectura de la vivienda: molduras en el techo, madera de los suelos, puertas, ladrillos, etc. 

El proyecto de interiorismo también ha respetado el pasado, sin perder de vista el presente, por lo que conviven de manera sensacional piezas de anticuario y de tiendas vintage, junto a mobiliario de líneas más actuales.








El resultado, como puede comprobarse, es magnífico. Un verdadero ejemplo del estilo clásico actualizado, en el que la singularidad de los contrastes tiene un peso específico y otorga elegancia y modernidad al proyecto.

Si quieres ver más fotografías y la explicación detallada del proyecto, visita la página de la la revista Nuevo Estilo.

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