Después de unos días de descanso, vuelvo con las pilas cargadas y con ganas de estar de nuevo en contacto con todos vosotros y de compartir inquietudes decorativas. Poco a poco me iré poniendo al día (lecturas blogueras, comentarios, etc.)
Mientras tanto, quiero volver sobre una idea que ya he apuntado en alguna que otra ocasión desde estas páginas: el proceso de multiculturalidad y de mestizaje que está sufriendo el mundo de la decoración, que no es otra cosa que un reflejo de lo mismo que sucede en la sociedad, y que enriquece tanto a una como a otra.
Y esto, ¿por qué? Pues porque la vivienda que os presento me ha hecho reflexionar de nuevo sobre ello. Está en Sudáfrica, en Johannesburgo, y, sin embargo podría perfectamente ser un ejemplo perfecto del estilo escandinavo de los años 50 y 60 del pasado siglo.
Hasta hace bien poco los estilos decorativos eran casi exclusivos del lugar donde habían nacido pero, gracias a la globalización, hoy día podemos encontrar casas como esta, en la podemos ver cómo se juntan las antípodas: mobiliario nórdico en una vivienda en el sur del continente africano. El resultado no podía ser más atractivo, ¿verdad?
Imágenes: House and Leisure
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