No sé si a vosotros os ha pasado, pero yo a veces me encuentro con casas que despiertan en mí un gran sentimiento de envidia (sana, ¡claro está!) hacia los propietarios y hacia el encargado del diseño de interiores de las mismas. Hacia los primeros por vivir en ellas, por poder disfrutarlas día a día, y hacia los segundos por haber concebido de manera tan sabia su proyecto.

Son casas que, una vez que las has visto, difícilmente puedes apartarlas de tu mente. Esto es lo que me sucedió con la vivienda que quiero compartir con vosotros. Desde que la vi en el último número de la revista Nuevo Estilo, estaba esperando el momento en que la publicaran en su web para poder mostrárosla.


Un secreto (a voces): si se hubiera hecho pública en la web antes de nuestro "Quedamos en...", este hubiera sido mi recibidor elegido: espejos sol, libros, piezas exóticas...



Se encuentra en Barcelona y a una sensacional arquitectura se une, por una parte una gran luminosidad y, por otra, un magistral proyecto de interiorismo que ha sabido conjugar los recuerdos familiares de la propietaria con las antigüedades y las piezas vintage de reciente adquisición. El resultado es una vivienda con un gusto exquisito, que encuentra su modernidad en la mezcla (sí, eso que tanto me gusta) de mobiliario y objetos de diferentes épocas.







¿Qué os parece? Creo que es una vivienda muy "Etxekodeco" y por eso me gusta tanto. ¿Opináis lo mismo?

Fuente: Nuevo Estilo

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