Siempre he pensado que es más fácil comprender el presente si sabemos un poco de la historia que nos ha traido hasta él. Y esto es así en todos los aspectos de la vida, entre ellos la decoración y el diseño de interiores. Cuando viajo, me gusta ver museos etnográficos, en los que contemplar la vida y costumbres del país. En mi reciente viaje a Islandia he visitado uno de estos museos, en la localidad de Skógar, al sur de la isla.

Uno de los puntos fuertes del museo es la visita a diferentes casaspicas, de varias épocas, cuyos interiores están fielmente reconstruidos. Es una magnífica manera de hacerse una idea de cómo vivían los habitantes del lugar, en tierras tan inhóspitas. Las fotografías anteriores corresponden a una casa humilde pero en la que, sin embargo, no falta detalle. 











Las anteriores imágenes y las siguientes corresponden a dos viviendas burguesas, de finales del XIX la primera y de comienzos del XX la segunda, en las que hay divisiones más claras entre las zonas comunes (salón, comedor y cocina) y los dormitorios. Destaca el color azul de las paredes de algunas de las estancias, como si fuera un eco del cercano mar. Por otro lado, la decoración es más profusa y en los textiles destaca también la presencia de los colores vivos.












Interesantes, ¿verdad? Si deseáis ver un reportaje más amplio de mi viaje a Islandia, os animo a que echéis un vistazo a mi Instagram, donde he ido colgando un montón de fotos en los que se puede contemplar la belleza de este maravilloso país.

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