Es una casa victoriana restaurada y está en un barrio a las afueras de Londres. No le falta luminosidad natural, potenciada por el monocromatismo que aporta el blanco total utilizado en suelos techos, techos y paredes, y cuenta con unos espacios de dimensiones envidiables.
La cocina-comedor es espectacular, con una mezcla perfectamente conseguida entre lo moderno y lo antiguo, con una preciosa pared de ladrillo visto en la zona de cocción, el toque rústico de las baldas de madera oscura, el aire industrial de las lámparas, el horno, la grifería, etc.
Sin embargo, en mi opinión le falta vida, un poco de color y calor. ¿No os parece el lugar ideal en el que aplicar la paleta de colores que os mostraba en el post de ayer? Y no solo en la cocina, sino también en el resto de las estancias de la vivienda.
¿Qué os parece?
Imágenes: Light Locations
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