Por imágenes como las que ocupan el post de hoy es por lo que me encanta el invierno. Esta preciosa cabaña de madera, rodeada de un paisaje idílico, está en algún lugar de Noruega, tampoco importa demasiado la ubicación, lo que de verdad importa es que transmite una calidez acogedora fuera de toda duda.

Cuando el propietario la compró, su interior estaba dividido en una sucesión de pequeños cuartos oscuros con los techos muy bajos. El decidió crear una casa de planta abierta con una sola altura y un altillo para que entrara la luz, ya que, a pesar de gustarle mucho el color blanco, deseaba una paleta de tonalidades grises que creara una atmósfera cálida, que hiciera hincapié en la sensación de calor.

El resultado, como puede comprobarse, es espectacular, ¿verdad?  La casa entera me enamoró en cuanto la vi, pero lo que realmente me hizo caer rendido a los pies de esta cabaña fue el magnífico sofá Chéster de la primera imagen. ¡Etxekodeco total!
Más información: Interior Magasinet 

 

0 comments:

Post a Comment

 
Top