Esta es una de esas viviendas que, en cuanto las ves, se hacen imprescindibles y deseas compartirlas con todo el mundo. Es por eso que os la traigo hoy aquí, para que disfrutéis de ella tanto como yo. ¿Y qué es lo que la hace tan especial? Sabéis que no soy demasiado amigo de los interiores "excesivamente nórdicos", y con ello me refiero a esas viviendas en las que todo se ve muy bonito, muy ordenado, muy blanco, con una luminosidad envidiable, pero en las que, sin embargo, en mi opinión, falta "alma", vida.
No sucede lo mismo con esta casa, situada en la ciudad sueca de Gotemburgo, porque a pesar de ser una vivienda de factura típicamente nórdica: la blancura proporcionada por el lienzo (suelos, techos, paredes), la luminosidad, etc., en ella hay vida, mucha vida, la que procede de las piezas de mobiliario y de los elementos decorativos vintage, adquiridos en mercados, heredados..., a los que se ha dado una segunda oportunidad para que renazcan de nuevo y llenen los espacios con sus historias de años.
Un magnífico ejemplo de estilo nórdico, sí, pero con mucho vintage. ¡Me encanta! Y a vosotros..., ¿qué os parece?
Procedencia de las imágenes: Stadshem
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