Encontrar espacios como el que hoy os traigo es lo que hace que cada día me embarque en la tarea de buscar y rebuscar en páginas y páginas hasta dar con aquello que me sorprenda (y que os sorprenda, ¡al menos lo intento!) para escribir los posts que nutren el blog. La tarea no es fácil, no penséis, porque cada vez hay menos cosas (y menos casas) y espacios que realmente me lleguen al corazón. Pero aún así los hay, como este precioso local.

No sé muy bien cómo definir a "Maison Trois Garcons" porque es varios establecimientos en uno (algo, por otra parte, muy habitual últimamente). Está en Londres, en el barrio de Shoreditch, y en él se puede disfrutar de una taza de té o de café, comer un pedazo de tarta, antes de comprar algún artículo de moda o de decoración, todo ello en un ambiente decorativo perfecto que bascula entre el estilo industrial (unas magníficas paredes de ladrillo visto, techos altísimos, instalaciones a la vista) y el vintage (mobiliario recuperado, retro, etc.) sin olvidar piezas clásicas, de época, que salpican alegremente los diferentes espacios.

Un perfecto mix de estilos que no desentona, al contrario, añade calidez al local y lo hace sumamente acogedor. Como digo en el título (¡qué se me perdone la hipérbole!), posiblemente el local más bonito que he visto... ¡ultimamente!

¿Qué opináis?

Procedencia de las imágenes: Milk Magazine y Maison Trois Garcons


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