Hoy hace una semana iniciaba, junto a otro grupo de bloggers (María, Leticia, Kati, Miren y Nacho), una de las aventuras más extraordinarias de cuantas me han sucedido desde que comencé (hace ya cuatro años) en este apasionante mundo de la blogosfera. La conocida firma Villeroy&Boch nos invitaba a pasar unos días en Alemania, conociendo de primera mano las dos fábricas que tiene en la pequeña (pero preciosa!!!) localidad de Mettlach, la de Menaje y la de Baño y Wellness.
La experiencia (aparte las atenciones que todos los reponsables nos han dedicado y de las que os hablaré en otro post) ha sido increible, además de muy formativa. Como amante de la cerámica en general, pero de la firma en particular, una de las principales a nivel internacional, este viaje me ha servido para ver desde dentro todo el proceso que hace que disfrutemos de piezas como la que encabeza el post (de la colección Vieux Luxembourg, que lleva produciéndose desde hace casi 250 años). Pero, sobre todo, nos ha servido (hablo en nombre de mis compañeros porque todos tuvimos la misma impresión) para valorar el trabajo cuidadoso y bien hecho, que da resultados excelentes.
Lo más sorprendente es que muchas de las tareas del complejo proceso que da como resultado una taza, por ejemplo, aún siguen haciéndose a mano. El estampado pieza por pieza, la revisión de cada una de ellas para cumplir con los estandares de calidad, la colocación del logo, etc. Realmente sorprendente.
Os dejo algunas imágenes del proceso para que veáis todo lo que hay detrás de cada una de las piezas que usamos para tomarnos un café. ¡No me digáis que así no sabe mejor!
La experiencia (aparte las atenciones que todos los reponsables nos han dedicado y de las que os hablaré en otro post) ha sido increible, además de muy formativa. Como amante de la cerámica en general, pero de la firma en particular, una de las principales a nivel internacional, este viaje me ha servido para ver desde dentro todo el proceso que hace que disfrutemos de piezas como la que encabeza el post (de la colección Vieux Luxembourg, que lleva produciéndose desde hace casi 250 años). Pero, sobre todo, nos ha servido (hablo en nombre de mis compañeros porque todos tuvimos la misma impresión) para valorar el trabajo cuidadoso y bien hecho, que da resultados excelentes.
Lo más sorprendente es que muchas de las tareas del complejo proceso que da como resultado una taza, por ejemplo, aún siguen haciéndose a mano. El estampado pieza por pieza, la revisión de cada una de ellas para cumplir con los estandares de calidad, la colocación del logo, etc. Realmente sorprendente.
Os dejo algunas imágenes del proceso para que veáis todo lo que hay detrás de cada una de las piezas que usamos para tomarnos un café. ¡No me digáis que así no sabe mejor!
¡Gracias Villeroy&Boch por dejarnos disfrutar de esta experiencia y poder contarla y gracias a mis compañeros de viaje por hacerla sumamente divertida!
Por razones evidentes, no nos permitieron tomar fotos dentro de las fábricas, por lo que todas las imágenes, excepto la primera, son de Villeroy&Boch, pero todo lo que vimos es tal cual se puede ver en ellas.
Por razones evidentes, no nos permitieron tomar fotos dentro de las fábricas, por lo que todas las imágenes, excepto la primera, son de Villeroy&Boch, pero todo lo que vimos es tal cual se puede ver en ellas.
0 comments:
Post a Comment