Las fibras de origen vegetal, fundamentalmente el mimbre, pero también el ratán, el bambú, la médula, etc., han sido considerados, tradicionalmente, materiales rústicos para la elaboración artesanal de muebles y objetos decorativos para el exterior (también en menor medida para el interior, en las casas de campo), y asociados, de manera irremediable, a terrazas y chiringuitos de verano. Gran culpa de esto último la tiene el "Tiki Style" (AD dixit, en su último número) invento americano de los años 30, inspirado en la Polinesia, si bien no podemos olvidar la gran riagambre mediterránea del mimbre.
En la actualidad, sin embargo, estamos asistiendo a una revaloración de estos "modestos" materiales. El mimbre está más de moda que nunca, y las empresas de decoración se apresuran en reinterpretar los objetos y muebles de toda la vida que habíamos relegado a los trasteros, cuando no los habíamos tirado al contenedor de la basura.
Las fibras vegetales se convierten en protagonistas y comparten cartel en nuestras casas junto a muebles de diseño, piezas vintage, elementos industriales. A mí, firme defensor del eclecticismo, de la mezcla, de la convivencia de estilos, me encanta esta nueva tendencia.
Os dejo unas imágenes que, seguro, os servirán de inspiración para aplicar a vuestras casas.
Todas las imágenes proceden de mis paneles de inspiración en Pinterest.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
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